por
Levannta Team
¿Cuál es la mejor opción para tu empresa en 2025?
Hoy más que nunca, elegir cómo financiar tu operación puede marcar la diferencia entre crecer o estancarte. Muchas pymes se enfrentan a la decisión de pedir un crédito tradicional, buscar financiamiento alternativo o incluso explorar herramientas como el adelanto de capital basado en flujos futuros. Pero, ¿Sabes realmente cuál es la opción que más le conviene a tu negocio?
Primero, aclaremos conceptos. El crédito es una deuda que adquieres con una entidad financiera, generalmente con un plazo y tasa de interés fija. El financiamiento es un término más amplio, que puede incluir créditos, líneas de crédito, fondos para emprendedores, factoring o mecanismos innovadores como el adelanto de flujos. En resumen: Todos los créditos son financiamiento, pero no todo financiamiento es crédito. Y no todas las alternativas implican deuda.
Una de las alternativas más innovadoras es el adelanto de capital sobre contratos o suscripciones activas de tus clientes. Esta opción, ofrecida por fintech’s como Levannta, permite acceder a capital líquido en base a ingresos futuros proyectados, sin necesidad de endeudarte ni ceder participación accionaria. Es especialmente útil para empresas con modelos de ingresos recurrentes o contratos firmados, como SaaS, servicios B2B o empresas con contratos estables.
Otra opción es el factoring, una herramienta financiera que permite a las empresas vender sus facturas por cobrar a una entidad externa (empresa de factoring) a cambio de liquidez inmediata. Aunque no es una deuda como tal, sí implica un costo financiero y puede afectar la relación con algunos clientes, ya que ellos deberán pagar directamente a la empresa de factoring. Esta alternativa es ideal para negocios con ventas a crédito a grandes empresas o instituciones públicas.
Entonces, ¿Cuándo conviene un crédito tradicional?
Lo primero que tienes que tener claro, es que para un crédito tradicional debes tener un historial financiero sólido y tiempo para esperar la aprobación del banco, con eso puedes acceder a buenas condiciones bancarias, el monto y tu capacidad de pagarlo depende de ti. Si ese no es tu caso, y necesitas mayor rapidez y eficiencia en el proceso, puedes acceder a adelanto de flujos o factoring. ¿Cuándo y cuándo?Para el factoring debes considerar que vas a tener la liquidez de una sola factura, y esta tiene que estar emitida. Ideal para empresas de ventas spot o estacionales (sin contratos con sus clientes).Para el adelanto de flujos debes tener contratos con tus clientes o clientes suscritos a tu producto/servicio. El adelanto de flujos. Y el monto va a depender del valor de tu pago mensual multiplicado por los meses de duración de tus contratos (además puedes adelantar el flujo de varios contratos). Ideal para inversiones de largo plazo como maquinaria, nueva sucursal hasta montos menores que puedan ayudarte con un desface de tu flujo de caja o aprovechar una oportunidad comercial.
Uno de los mayores errores de las empresas es fijarse solo en la tasa de interés. Es clave mirar más allá: ¿Hay comisiones de apertura o por prepago? ¿Te cobran por transferencias o evaluaciones? ¿Cuál es el plazo real de desembolso? ¿Puedes renegociar si cambia tu situación? En muchos casos, lo que parece barato al inicio termina siendo más costoso por los costos ocultos. La flexibilidad, transparencia y velocidad deben pesar tanto como el interés mensual.
Elegir entre crédito, factoring o adelanto de flujos no es una decisión única para todas las empresas. Depende de tu necesidad, tu flujo de caja, el tipo de clientes que tienes y cuánto tiempo puedes esperar. Lo importante es informarte bien y simular escenarios antes de tomar una decisión.
🔍 Tip útil: Evalúa siempre el costo total del financiamiento, no solo el interés mensual. Y recuerda: si ya tienes ingresos asegurados, puedes usarlos como respaldo sin endeudarte.